martes, 23 de abril de 2013

LUCHA DE TITANES:TESLA VS EDISON

La Lucha entre Edison y Tesla por imponer su estándar de electricidad

La electricidad era la palabra mágica a fines del siglo XIX. Desde las tentativas iniciales de Benjamin Franklin o de Michael Faraday hasta la tecnología del telégrafo, las aplicaciones para la electricidad crecían continuamente.

Después de la Exposición Mundial de París en 1881 y de la presentación de la lámpara de Edison, los nuevos sistemas de iluminación eléctricos se convirtieron en el logro tecnológico más importante del mundo. La electricidad podía sustituir el vapor para hacer funcionar los motores. Era una segunda revolución industrial y, en ciudades europeas y americanas, las centrales eléctricas se multiplicaban basadas en el diseño de Pearl Street, la central que Edison estableció en 1882 en Nueva York. Fue la primera instalación eléctrica comercial del mundo y aunque era una planta enorme para su época, podía producir y distribuir electricidad hasta tan solo como 330 ha de Manhattan.
 
La demanda de electricidad pronto condujo al deseo de construir centrales eléctricas más grandes y de llevar la energía a mayores distancias. Además, la rápida distribución de motores eléctricos industriales provocó una fuerte demanda por un voltaje diferente a los 110 V usados para la iluminación.

En 1884, el joven
Nikola Tesla emigró a los Estados Unidos procedente de Europa, con unos pocos centavos en los bolsillos, y un puñado de buenas ideas para mejorar el estándar de electricidad que se utilizaba en aquel entonces en los Estados Unidos y que había ideado Thomas Alva Edison.

En Nueva York comenzó casi de inmediato a trabajar en los laboratorios de Thomas Edison en donde terminó de desarrollar muchos de los trabajos sobre los que el máximo inventor norteamericano trabajaba hacia muchos años. La capacidad inventiva de Tesla y los celos profesionales de Edison hicieron que la relación entre ambos terminara con el despido de Tesla.

Pero Tesla no se rindió y comenzó a juntar fondos para armar su propio laboratorio. Allí desarrolló el primer sistema de corriente alterna (AC), una forma mucho más sencilla y segura de utilizar la electricidad que el método continuo propuesto por Edison.
De hecho, el sistema de corriente alterna de Tesla sirvió para que esa empresa se impusiera al sistema público de energía propuesto por Edison, basado en la energía continua.

Sin embargo, sus buenas intenciones y sus conocimientos sobre campos mecánicos, sobre física y matemáticas, pronto chocaron contra los deseos y ambiciones de Edison, que emprendió una lucha para demostrar la peligrosidad de su corriente alterna y seguir así manteniendo su corriente continua como único flujo que corriera por las venas y arterias de las urbes.

Aquel duelo de corrientes se resolvería ante millones de personas durante la inauguración de la Exposición Universal de Chicago de 1893. Miles de espectadores se congregaban en el recinto de la feria para ver con sus propios ojos la nueva electricidad de Tesla. Por eso, cuando el presidente de los Estados Unidos, Grover Cleveland, pulsó un botón y 100.000 bombillas incandescentes iluminaron aquel espacio, el público prorrumpió en un aplauso entusiasta. Ya no quedaba duda alguna, la corriente alterna se había impuesto sobre la continua y se convertiría en la energía de consumo masivo del siglo XX.

Antes de la Guerra

Aquella lucha de dos corrientes había comenzado mucho antes, en 1879, cuando Thomas Alva Edison había presentado públicamente su último invento, la bombilla incandescente. 

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http://elizabeth-laguerradelascorrientes.blogspot.com/


lunes, 22 de abril de 2013

UNA EXPLICACION SENCILLA DEL ESPACIO Y TIEMPO EN LA MECANICA CLASICA por Albert Einstein

Antología de textos seleccionados por L. Pearce Williams, desea ofrecer al lector una mejor comprensión de los orígenes de la teoría de la relatividad y su impacto en el pensamiento de hoy. El fragmento elegido pertenece a una de las mejores obras de divulgación sobre esta teoría, obra del propio Albert Einstein.

Fragmento de La teoría de la relatividad.
De Albert Einstein y otros.
Espacio y tiempo en la mecánica clásica.
Si yo formulara la tarea de la mecánica del siguiente modo: «La mecánica debe describir cómo varía con el tiempo la posición de los cuerpos en el espacio», sin añadir prolijas consideraciones y explicaciones detalladas, estaría cargando sobre mi conciencia algunos pecados mortales contra el santo espíritu de la claridad; en primer lugar, descubramos estos pecados.
No está claro lo que hay que entender aquí por «posición» y «espacio». Me encuentro en la ventanilla de un vagón de ferrocarril animado de un movimiento uniforme y dejo caer una piedra sobre el terraplén, sin comunicar a aquélla impulso alguno. Veré entonces (prescindiendo de la influencia de la resistencia del aire) que la piedra cae en línea recta. Un peatón que observa la fechoría desde la carretera nota que la piedra cae a tierra según un arco de parábola… Pregunto ahora: las «posiciones» que recorre la piedra, ¿se hallan «en realidad» sobre una recta o sobre una parábola? ¿Qué significa además aquí movimiento «en el espacio»? A partir de las consideraciones hechas en § 2, la respuesta es evidente. En primer lugar dejamos a un lado la oscura palabra «espacio», bajo la cual —reconozcámoslo sinceramente— no podemos formarnos ni el más ligero concepto, y la sustituimos por «movimiento con respecto a un cuerpo de referencia prácticamente rígido». Las posiciones con respecto al cuerpo de referencia (vagón de ferrocarril o suelo de la tierra) fueron ya definidas con detalle en la sección anterior. Si en lugar de «cuerpo de referencia» introducimos el concepto de «sistema de coordenadas», concepto útil con vistas a una descripción matemática, podemos decir entonces: respecto a un sistema de coordenadas rígidamente unido al vagón, la piedra describe una recta; respecto a un sistema de coordenadas rígidamente unido al suelo, una parábola. En este ejemplo se ve claro que no existe ninguna trayectoria propiamente dicha, sino sólo trayectorias con relación a un cuerpo de referencia determinado.
Ahora bien, no existirá una descripción completa del movimiento en tanto no se especifique cómo varía la posición del cuerpo con el tiempo, es decir, para cada punto de la trayectoria hay que especificar en qué momento se encuentra allí el cuerpo. Estos datos han de completarse con una definición de tiempo tal que, en virtud de ella, podamos considerar esos valores del tiempo como magnitudes esencialmente observables (resultados de mediciones). En el caso de nuestro ejemplo —y moviéndonos en el terreno de la mecánica clásica— podemos satisfacer ese requisito de la manera siguiente. Imaginemos dos relojes de idéntica construcción, uno de ellos en manos del hombre que está en la ventanilla del vagón de ferrocarril y el otro en manos del hombre que se encuentra en el camino de peatones. Cada uno de ellos determina en qué lugar de su propio cuerpo de referencia se halla la piedra cada vez que el reloj que tiene en su mano marca un «tic». Aquí prescindiremos del análisis de la imprecisión introducida como consecuencia de la finitud de la velocidad de propagación de la luz. De ello y de una segunda dificultad que también prevalece aquí hablaremos con detalle más adelante.

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jueves, 11 de abril de 2013

Jeremías Obando y la OSM se unen en el Bellas Artes | Correo Cultural

Jeremías Obando y la OSM se unen en el Bellas Artes | Correo Cultural:



La Orquesta Sinfónica de Maracaibo (OSM), bajo la dirección del Maestro David Rahn, dará un concierto en compañía del joven pianista zuliano Jeremías Obando, quien con tan solo 20 años ha dado a conocer al mundo su talento musical.
La cita será este jueves 11 de abril, a las 7:30 pm, en el Teatro Bellas Artes del CBA. La entrada tiene un valor de 100 Bs.
El repertorio para la noche estará dividida en dos partes, durante la primera será interpretado el Concierto para Piano y Orquesta N° 3 Op 37, de Ludwig Van Beethoven, y en la segunda la Fantasía Sinfónica “La Tempestad”, de Piotr Ilich Tchaikovski.
Estan todos invitados para esta noche de gala

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